Desde el ejercicio científico más escrupuloso y abrumador, cientos de experimentos, muchos de ellos avalados por las universidades más prestigiosas del mundo, demuestran las teorías del "campo unificado", la inseparabilidad del observador con lo observado, la estructura básica de lo que llamamos universo como holograma cuántico interactivo, la dualidad onda-partícula y su relación con la materia y la conciencia, o el sempiterno "todo es uno" de las corrientes teosóficas y espirituales más remotas.

 

Paralelamente y de forma irremediable demuestran, también, que aquellas versiones sobre milagros, sanaciones inmediatas o acontecimientos "mágicos", relegados culturalmente al mito y la fábula o encriptados en arcaicas referencias místicas ya olvidadas, corresponden, de forma inseparable, al compendio atómico y subatómico-molecular de aquello que somos, -siempre hemos sido y seremos-, y evidencian, esta vez por deducción primaria, que todo nuestro sistema de percepción e información sobre lo establecido en este "mundo conocido", sólo responde a una creencia entretejida y consensuada por repetida durante milenios, adulterada y justificada por el "implante universal del gen del miedo"; edificado bajo complejos sistemas culturales y sociales de comunidades visiblemente masacradas, adoctrinadas, lastradas y bombardeadas desde la cuna; cuya factura nos descubre aislados en una rotunda y secular separación, ausentes de aquellas verdades y posibilidades que son inherentes a la mismísima esencia que conformamos y representamos, -una vez desentramados los códigos con los que nuestra soberana creencia selló los límites de una realidad entrampada; que ahora sabemos subjetiva y obediente; dúctil y maleable-... 

...Que en realidad se desenvuelve y especula en un campo de información unificado y eterno, donde todo es indefinido e inmenso, inagotable e incalculable; Infinito e imperecedero.

 

Los fundamentos de la DQ están basados en la constancia científica del universo unitario y el campo unificado en relación a la programación específica que nos hace "ser quienes somos", tan sólo en base a patrones férreos de conducta aprendidos, (códigos de información), traspasados de generación en generación como desavenencias con la vida entendida desde su origen primario,

 

Cualquier animal grabará una evento determinante de su experiencia y quedará impreso en los miembros descendientes de su clan.

 

Esta información, es crucial para la adaptación biológica de las especies y cumple una función imprescindible en el entorno natural: "Si una osa es acribillada al borde de la muerte por avispas asesinas", (pongamos por caso), la nieta de ésta generará una "alergia espontánea" cada vez que se aproxime a un avispero.

 

Esta osa, nieta de la osa que fue picada por las avispas, diremos que lleva un programa de "pánico al avispero" que le será de gran utilidad para protegerse dentro de su entorno biológico correspondiente.

 

Usando la misma analogía, si una mujer, dentro de su experiencia vital, vive una situación que podamos interpretar (metafóricamente hablando) como "acribillada al borde de la muerte dentro del matrimonio", generará una impronta similar en la nieta, esta vez con respecto al matrimonio, y diremos que lleva un programa de "pánico al matrimonio", entrando en conflicto directo este programa con la situación normal de casarse, de múltiples maneras, sin conocer de donde provienen sus miedos, fobias o repulsiones, ni a qué se deben: «Ni qué razón está dominando su vida». 

 

La abuela, que vivió su matrimonio bajo una situación límite sin "salir huyendo", incurre en una incoherencia biológica similar a la de la osa original de este ejemplo, (caso de no salir huyendo), pues todo animal se aleja del sufrimiento. Mientras que en atención a necesidades y creencias sociales o morales, la mujer permaneció, —contra toda «bio-lógica»—, desafiando los principios más elementales de su propia naturaleza.

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Si nuestra osa original grabó la impronta a pesar de salir huyendo, imaginemos lo que pudo suponer esa impronta caso de quedarse ahí, aceptando «ser picada durante toda su vida por metafóricas avispas dentro de su territorio».

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«El Ser Humano es el único animal capaz de sobrevivir en situaciones límite en completa desarmonía con las Leyes Naturales».

Las aplicaciones de la Descodificación Cuántica se extienden a todo el compendio estructural que engloba, tradicionalmente, a todo aquello que conocemos como el "estado de salud y bienestar del ser humano". así como la mayor parte del campo relativo a la psique y los procesos neuronales que revierten en desavenencias existenciales.

 

Hasta ahora las soluciones pasaban por atender al sintoma y no a la causa; a la repercusión y no al detonante; al estado de la forma y no al estado del fondo.

 

Aquello a lo que llamamos "enfermedades" o "trastornos psíquicos", adquieren ahora un nuevo y valioso significado, mostrándose como incoherencias o patrones de conducta que se descubren como programas en la sombra, sirviendo tan sólo de marcadores hacia el encuentro con una nueva percepción de la realidad y la plenitud de nuestra vida, siempre creativa y en cambiante estado de permanente transformación.

 

Problemas osteoarticulares, orgánicos y musculares, y toda aquella interminable sintomatología que se atribuyó al concepto "enfermedad", así como las neurosis, polaridades de la psique y el resto de desequilibrios que fueron relegados al campo de la psiquiatria, el psicoanálisis o la psicología, son profundamente transformados desde una visión que atiende tanto a las estructuras de información que nos conforman, como al entendimiento de los mismos con respecto a nuestra situación cognitiva.

 

Donde el descubrimiento de nuestros verdaderos potenciales, usados, por primera vez, hacia la plenitud de una vida REAL, nos posicionan en una "rampa de salida" sin precedentes, conscientes por fin de nuestra condición atemporal y exponencial, y liberados de las trabas de los programas que operan en un inconsciente siempre revisable y sorprendente, desde donde poder intervenir aquello que llamamos "realidad", tomando contacto con nuestra responsabilidad creativa en este juego de la conciencia.

 

Tanto formativa como terapéuticamente, la DQ nos catapulta, desde el conocimiento y la consciencia, hacia una nueva visión de quiénes somos y qué podemos hacer con nuestra existencia, ahora desde la percepción de nuestra identidad recuperada y nuestra verdad asumida como seres completos.